22/9/15

Estimulación cerebral profunda para tratar la obesidad


Estimulación cerebral profunda para tratar la obesidad

Una vez más parece que en el cerebro hay claves para muchos problemas de salud.


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Cuando las dietas no funcionan y la cirugía bariátrica tampoco ha dado resultado…, ¿qué se puede hacer para tratar la obesidad? Es una cuestión que ahora puede abordarse también desde la Neurociencia.

A lo largo de los últimos años se ha avanzado mucho en el conocimiento de las bases neurales de la obesidad, tanto sobre las estructuras cerebrales que se relacionan con este problema de salud como sus fundamentos neuropsiquiátricos. En este sentido, se sabe que una estructura cerebral llamada hipotálamo tiene un papel importante en la neurofisiología de la obesidad, y que lo que se denomina ‘circuito cerebral de la recompensa’ se asocia con la búsqueda patológica de comida. Parte de este circuito es el núcleo accumbens, una zona relacionada con el placer.

Al hilo de otras investigaciones con patologías como el trastorno obsesivo compulsivo o la depresión, se plantea la posibilidad de tratar la obesidad con técnicas de neuromodulación, concretamente con la estimulación cerebral profunda. Con el objetivo de revisar esta cuestión de forma exhaustiva, Allen L. Ho, del Standford University School of Medicine, y otros investigadores han publicado recientemente un artículo en Cureus (2015). En el texto se propone la idoneidad de la estimulación cerebral profunda para ayudar a las personas con obesidad a controlar mejor su comportamiento y su peso. Esta técnica implica el uso de un neuroestimulador que se coloca quirúrgicamente en la persona y que aplica impulsos eléctricos sobre las zonas cerebrales elegidas.

Según los autores, las dos áreas ‘target’ o diana de esa estimulación en el caso de la obesidad serían el hipotálamo lateral y el núcleo accumbens. El hipotálamo lateral se conoce como el centro que regula el hambre y la alteración en los niveles de una de sus hormonas, la leptina, se ha relacionado con la obesidad. En estudios con roedores ya se han observado pérdidas de peso tras la estimulación  cerebral profunda de esta estructura.

El núcleo accumbens ha mostrado su relevancia en las adicciones. Algunas personas obesas tienen comportamientos con un patrón semejante a ellas, como es el caso de los atracones, los cuales se han relacionado con una alteración en el circuito de recompensa. Se han realizado estudios con humanos y técnicas de neuroimagen en los que se ha observado cómo la actividad de esta estructura se relaciona con fotos de comida hipercalórica. Los estudios con estimulación cerebral profunda en animales han probado, además, que éstos reducen el comportamiento de búsqueda de comida y pierden peso.

Una vez más parece que en el cerebro hay claves para muchos problemas de salud. Está claro que el abordaje de un problema tan frecuente y tan costoso como la obesidad deberá ser multidisciplinar e implicar el uso de diversas técnicas. Lo mejor, es que sigue avanzándose en ese esfuerzo por mejorar la calidad de vida de muchas personas.
 

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